Primavera del año 1950 (Cueva del Valle, Avila) Carretera de Avila a Talavera. Bajada del Puerto del Pico. Ahí comienza y termina este cuento, que no cambió el rumbo de la reciente historia de España, pero que pudo hacerlo, si un mal pensamiento se hubiera cruzado por la mente infantil de José.
José, moreno, castellano, de 8 años de edad, de ojos vivos y temperamento inquieto, guardaba las vacas de su padre, cuando corriendo tras una de ellas que se le había escapado, cayó resbalando junto a la cuneta de la carretera.
A esa misma hora pasaba una caravana de coches que venía de un coto de caza de allá por los bellos parajes de la sierra de GRedos.Pasó el primer coche,largo negro, reluciente y veloz, sin detenerse, sin detenerse tampoco pasaron los otros tres siguientes de las mismas características.José, el niño moreno enroscado entre la jara y los matojos de la cuneta de la cuneta, lloraba y pedía auxilio, su rodilla sangraba, estaba asustado. Fue el quinto coche d ela comitiva el que se detuvo junto a José herido.
"Un señor con gorra de plato -me dice hoy José- se bajó del auto,me levantó en brazos, y me subió al asiento de atrás del coche.Allí había otro hombre , me curaron la herida.A los pocos minutos mandó continuar viaje el hombre aquel que estaba a mi lado; y todos siguieron ya que los que habían pasado primero también mas adelante se habían detenido."
Le preguntaron donde vivía, "aquí -dice que les dijo- en este primer pueblo en Cueva del Valle, al lado mismo de la carretera al salir de esa curva".
Atrás _me cuenta_ llevaban algunos ejemplares de machos de cabra montés " aún recuerdo que las cabezas todavía sangraban, y que uno de ellos me llamó la atención de la cornamenta tan larga que tenía. Lo vi porque atrás echaron el atillo de leña que se me había caído.
Y al llegar la comitiva y parar a la puerta d José el pueblo se sobrecogió. "Allí se arremolinó mucha gente, mis padres y los vecinos estaban un poco asustados. NO es nada les dijeron solo que se araño un poco y se ha asustado. y enseguida arrancaron a toda velocidad hacia Madrid.
Pero hasta aquí con lo que me cuentas no hay nada que hubiera podido cambiar la historia d España....
" Eso es lo que tu te crees, me responde orgullo y satisfecho José.Nada más de arrancar el coche, me dijo mi padre: "pero chaval.. ¿qué has hecho? ¿sabes quien era ese señor que te ha traído? ¡y yo qué iba a saber!!!" y todos comentaban: "era el Caudillo , sí era el Generalísimo Franco" "era el caudillo" Venían de cazar.Lo decían todos y yo pensaba " pues buena la he podido liar"
Pero José, sigo sin entender el porqué pudiste cambiar el curso de la historia de España aquella tarde; ¡¡¡Ay amigo, verás, yo llevaba entre la camisa y el pantalón pegad ita a mi barriga bien guardada para que mi padre no me la viera lo recuerdo como si fuera ayer- una pistola del 38 corto con tres balas; me la había encontrado por el monte el día anterior, y me la había llevado para probar si funcionaba.Y funcionaba ¡¡¡ya lo creo que funcionaba!!!
_¿y...?
Pues que en uno de esos pensamientos de chiquillo y con el miedo, me cruzó como un relámpago la idea que podía dejar allí secos a aquellos hombres, Solo por hacerme famoso y salir en los periódicos: Pero como me habían hecho aquel favor de curarme y yo estaba tan asustado...
_ Pero de verdad pensaste José que podías dispararles?. Hombre... hace tanto tiempo... alomejor no me hubiera atrevido, pero algo de eso hubo, y ves... como sí que pude cambiar la historia de España aquella tarde..?
No hay comentarios:
Publicar un comentario